El principal de ellos es en relación al aumento de peso como consecuencia del uso de anovulatorios, especialmente el uso de anticonceptivos orales. La realidad es que, hoy en día, las dosis de estrógenos y progestágenos en las pastillas anticonceptivas son mucho menores a los que se usaban en décadas anteriores, lo cual minimiza el efecto que tienen éstas sobre el metabolismo de la mujer.1
El consenso científico actual es que los métodos anticonceptivos hormonales modernos no producen aumento de peso, salvo en casos ocasionales en los que los inyectables pueden llegar a tener un efecto en el peso de la mujer. Sin embargo, se trata de casos bastante raros. La realidad científica es que el peso de una persona varía de forma natural con el paso del tiempo debido a una gran cantidad de factores. Lamentablemente, es muy común vincular erróneamente estos cambios con la ingesta de pastillas anticonceptivas.2
Otro de los mitos mal difundidos es la idea de que no siempre es necesario protegerse. No existen días “seguros”, ya que existe una mínima la posibilidad de ovulación durante la menstruación, aun cuando lo normal sea que esta inicie 14 días después. Los ciclos menstruales no suelen ser exactos, ya que hay una gran cantidad de factores capaces de alterarlos.2
Asimismo, la idea de que los métodos anticonceptivos pueden causar infertilidad es errónea. Salvo en el uso de métodos permanentes o en la existencia de un trastorno previo, el retorno a la fertilidad ocurre una vez se suspende el método anticonceptivo.3
Respecto al uso de anticonceptivos hormonales y la menstruación, también existen muchas falsas creencias. Por ejemplo, no es raro escuchar a alguien comentar que los inyectables mensuales "son perjudiciales a la larga" y que pueden inhibir la menstruación. La verdad es que, si bien pueden darse casos en los que esto suceda, no es perjudicial. Es similar a la desaparición de la menstruación que sucede durante el embarazo y no tiene ninguna repercusión negativa.5
Los métodos hormonales no ocasionan abortos ni producen complicaciones en los fetos, en caso de que se usen por error durante un embarazo. Las píldoras combinadas, por ejemplo, pueden ser usadas como anticonceptivos de emergencia después del sexo sin protección para evitar un embarazo no deseado, pero no interrumpirán uno que ya haya iniciado. 6
Si es usado inadecuadamente, el condón puede deslizarse durante el acto sexual y quedar dentro de la vagina. Si esto sucede, no te preocupes, el condón no es peligroso. Es importante que mantengas la calma e intentes retirarlo cuidadosamente con los dedos. Si no puedes encontrar lo o está roto cuando los sacas, debes acudir a un ginecólogo para que lo extraiga lo antes posible y así evitar lesiones, infecciones o embarazos no planificados.7
No es común que los condones se rompan durante el sexo. La tasa de condones que se rompen durante el acto sexual es inferior al 8%, pero la mayoría de los casos están relacionados al uso inapropiado de los mismos. Entre las parejas experimentadas en su uso, la tasa de deslizamiento o rotura es inferior al 1%. 8
Todos los métodos anticonceptivos disponibles al público son seguros y han sido probados exhaustivamente antes de salir al mercado, por lo que es seguro utilizarlos, salvo por la existencia de algunas condiciones médicas. Es importante que discutas con tu médico y conozcas más sobre ellos para tomar una adecuada decisión.